El Consentimiento es un DDHH
El Feminismo es un DDHH
Cuando te falta el aire
Recuerdo claramente mis días en la facultad, en la clase de Pedagogía Social. Uno de los trabajos más significativos que tuve que realizar fue una reflexión sobre el libro "Pedagogía del Oprimido" de Paulo Freire. Decidí relacionar esta obra con "El mito de la caverna" de Platón, y desde aquel momento, lejano en el tiempo, esta reflexión no me ha abandonado. Hoy, esa misma reflexión me inspira a escribir esta publicación en mi blog.
Vivimos en una sociedad donde la palabra "libertad" ha sido tergiversada hasta el punto de perder su verdadero significado. Nos hacen creer que somos libres porque podemos elegir entre diferentes marcas de productos, pero en realidad, nuestras opciones están limitadas por un sistema que prioriza el beneficio económico sobre el bienestar humano. Este constante chantaje emocional, donde siempre debemos elegir entre lo malo y lo menos malo, nos enferma.
Al igual que las personas prisioneras en la caverna, muchas veces me siento engañada por la ilusión creada por los medios y las estructuras de poder. Creemos que somos libres, pero en realidad, nuestras elecciones están manipuladas y controladas.
No me da vergüenza admitir que mi salud mental no está bien. La ansiedad y la depresión son compañeras constantes en mi vida, quizás llevemos muchas veces en compañía, pero ahora es cuando me siento preparada para verbalizarlo. A veces, la presión de mantener una fachada de fortaleza es abrumadora. Me siento vulnerable y agotada, necesito expresar este dolor. Soy parte de esta sociedad enferma, no me siento culpable, aun así, soy consciente de que soy una pequeñita parte corresponsable de la sociedad en la que vivimos; la sociedad no es un ente abstracto, todes somos responsables.
Freire nos hablaba de cómo las personas opresoras mantienen su poder a través de la deshumanización y la manipulación, mientras que las oprimidas sufren una pérdida de esperanza y autoestima. Esta dinámica se refleja en nuestra sociedad actual, donde las estructuras de poder manipulan nuestras percepciones y limitan nuestras opciones, afectando nuestra salud mental y perpetuando una sociedad basada en el egoísmo, el individualismo, la necedad y la autodestrucción.
No soy la única que se siente así. Somos muchas las personas que vivimos con esta carga, tratando de mantener una fachada de fortaleza mientras por dentro luchamos con la ansiedad y el estrés. Esta sociedad chantajista nos afecta a todas, todes y todos. Necesitamos reconocerlo y buscar formas de resistir, superar y cambiar poniendo lo común en el centro.
No te avergüences de tus debilidades... reconocerlas es lo que nos hace únicas, igual que cada huella dactilar.
De casualidad, esta mañana, bicheando encontré esta publicación de Riki Rivera, te regalo su canción, espero que os motive como a mí.
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POR COHERENCIA
Como ciudadana española me veo en la obligación de alzar la voz contra la venta de armas a Ucrania y cualquier conflicto armado que ponga en riesgo vidas inocentes. La Paz no debe ser una palabra vacía en el discurso político, sino una práctica constante en nuestras acciones y decisiones.
La industria armamentística, aunque lucrativa, se cimenta en un negocio que prospera con el conflicto y la desgracia. España, como el séptimo exportador mundial de armamento, ha visto cómo su facturación en este sector supera los . Este dato, aunque impresionante en términos económicos, no debe eclipsar el coste humano de la guerra. Cada euro ganado en esta industria es un asesinato.
No podemos olvidar que detrás de cada transacción hay historias de personas desplazadas, familias rotas y comunidades destruidas. La industria armamentística genera aproximadamente 295.000 puestos de trabajo en España, de los cuales solo 21.000 están directamente relacionados con el sector militar.
Sin embargo, ¿podemos realmente poner precio a la paz y la seguridad humanas?
Debemos preguntarnos si el beneficio económico justifica el coste moral y humano. La venta de armas a zonas en conflicto no solo perpetúa la violencia, sino que también nos hace cómplices de las consecuencias. Como sociedad y como nación, tenemos la responsabilidad de buscar alternativas que promuevan la paz y el desarrollo sostenible, no la guerra.
Paz significa invertir en educación, salud y desarrollo económico sostenible, crear una base sólida para sociedades estables y prósperas.
Es hora de que en Europa haya una persona que lidere con el ejemplo... Esa persona es #IreneMontero
Mientras la industria armamentística pueda parecer un motor económico, no debemos olvidar el precio real que se paga. La verdadera riqueza de una nación se mide por la seguridad y el bienestar de su gente, no por los ingresos de su industria de defensa.
Hagamos de la Paz nuestra seña de identidad, por eso el #9J voto a #Podemos.
Fdo.: Marina Liberato Olmedo
El Campo de las Balas, más que un simple terreno...
El Campo de las Balas: Un Legado que Debe Permanecer Público
El Campo de las Balas, situado en el corazón de mi Cádiz, es más que un simple terreno; es un testimonio viviente de la historia y la cultura gaditana. Este espacio, antaño parte del conjunto amurallado de la ciudad, ha sido testigo de innumerables eventos a lo largo de los siglos, desde su uso militar hasta su papel en nuestra vida cotidiana.
Historia y Significado
El Campo de las Balas no es solo un espacio físico; es un símbolo de la resistencia y la fortaleza de Cádiz. Su historia está intrínsecamente ligada a la identidad de la ciudad, recordándonos la importancia de preservar nuestro patrimonio para las futuras generaciones. La venta de este espacio para uso privado no solo privaría a la ciudadanía de un lugar de encuentro y recreación, sino que también borraría una parte de nuestra memoria colectiva.
El Valor de lo Público
Los espacios públicos son esenciales para el bienestar de la comunidad. Son lugares donde la gente puede reunirse, compartir experiencias y disfrutar de actividades al aire libre. El Campo de las Balas, con su potencial para convertirse en un parque o un centro cultural, podría seguir siendo un pulmón verde en la ciudad, un lugar para el esparcimiento y la cultura. Privatizar este espacio significaría negar a la comunidad estos beneficios.
La Sostenibilidad Urbana
En una época donde la sostenibilidad es más importante que nunca, debemos abogar por un desarrollo urbano que respete el medio ambiente y el patrimonio. El Campo de las Balas ofrece la oportunidad de crear un proyecto que integre áreas verdes, espacios culturales y recreativos, promoviendo un estilo de vida sostenible y respetuoso con nuestro entorno.
El Ayuntamiento de Cádiz tiene la responsabilidad de proteger y valorar nuestro patrimonio histórico. La venta del Campo de las Balas para uso privado sería una pérdida irreparable para la ciudad. Es imperativo que este espacio permanezca público, asegurando que su legado continúe enriqueciendo la vida de la ciudadanía gaditana y de todas aquellas personas que visitan nuestra querida ciudad.
El Campo de las Balas es más que un terreno; es un capítulo de nuestra historia, un lienzo de nuestras tradiciones y un refugio para nuestra comunidad. Mantengámoslo así.
Hago un llamado a la reflexión sobre la importancia de preservar nuestros espacios históricos y públicos. Como ciudadanía, tenemos el derecho y la responsabilidad de participar en el diálogo sobre el futuro de nuestro patrimonio y asegurarnos de que las decisiones tomadas hoy no comprometan la herencia de mañana. 🏛️🌳
Mañana nos vemos en La Plaza de Manolo Santader, a las 19.00 h. ¡No faltes!
¡¡Por una Palestina Libre!!
Quiero empezar condenando enérgicamente cualquier tipo de ataque ¡venga de donde venga! El uso de La violencia nunca es la solución, porque solo perpetúa el ciclo de violencia y sufrimiento. La violencia puede causar daño a civiles inocentes, destruir infraestructuras y recursos valiosos, y aumentar la inestabilidad y la inseguridad en la región. Además, la violencia impide el proceso de paz. El único camino es buscar soluciones pacíficas que aborden las causas subyacentes del conflicto que promuevan la reconciliación, el diálogo y la cooperación entre las partes involucradas. Esto puede incluir medidas como el cese al fuego, la mediación internacional, el diálogo directo entre las partes y la construcción de un proceso de confianza. Puede llevar tiempo y esfuerzo, pero es esencial para garantizar un futuro más seguro y estable para todas las partes involucradas.
La lucha contra el racismo institucional en España: Yo no soy racista pero...
En un día cualquiera, a la hora del recreo, en la puerta de cualquier instituto, varios grupos de jóvenes disfrutan de sus bocadillos, la mayoría con la ropa de trabajo tras haber tenido talleres. Sin embargo, este escenario aparentemente común pasa a ser un grave incidente cuando un par de policías nacionales aparecen, patrullando por la puerta del instituto y cruzando el territorio de las diferentes pandillas de estudiantes. En ese instante, un grupo en particular llama la atención de los agentes, generando un mecanismo que se activa cuando ven a ciertas personas y automáticamente detienen su marcha para llevar a cabo una identificación, solo ven un cuerpo racializado, la persona desaparece. Esto es precisamente lo que le ocurrió a uno de mis niños en la puerta de su instituto. Fue detenido, le solicitaron su documentación, registraron su mochila y lo cachearon frente a sus amigos sin justificación alguna.
Cuando no solo te duele tu Tierra, además la sufres... ¡Cádiz y sus 8 apellidos inmobiliarios!
Mi experiencia personal refleja una realidad dolorosa y persistente en nuestra sociedad: el racismo inmobiliario. A lo largo de los últimos cinco años, mi pareja y yo hemos abierto nuestro hogar a jóvenes que llegaron a España en situaciones difíciles, mayoritariamente provenientes de Marruecos y enfrentando condiciones extremas al llegar en pateras siendo menores de edad. Tras cumplir los 18 años, estos jóvenes, que ya no están bajo la tutela de la Junta de Andalucía, se encuentran en una situación precaria, con escasos recursos de emancipación y sin un respaldo adecuado.
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